Don Reynaldo Lagos fue un prestigioso y muy querido maestro educador de nuestra ciudad con un gran arraigo y trabajo docente efectuado también en la localidad de Calama. Lo conocí en los años 1975 - 76 cuando estaba a cargo de los temas culturales de la Empresa Minera de Mantos Blancos en forma más directa, pues con su siempre conocida virtud de músico y cantor, preparaba cada tarde, los cantos y bailes del Grupo de Folklore de la oficina y que yo, por ser recién llegado al mundo laboral de la empresa y como mi primera actividad después de cumplir mi servicio militar en el "Esmeralda", con horarios aún indefinidos y con clara inclinación a los turnos mineros, a pesar de mi amor al folklore no podía participar de ese esforzado y entusiasta grupo de folklore, así que me entretenía en mis tardes de descanso, disfrutando de los ensayos desde las gradas de la galería en el entonces hermoso Gimnasio Techado de la localidad de Mantos Blancos, cercano a los block de piezas de solteros donde debía vivir obligadamente en las semanas de mis turnos, disfrutando de sus ensays, sus trotes nortinos y Cachimbos (¡Ay Morenita Linda caliche, te doy mi amor...!) matizando las zonas folclóricas de Chile en sus ensayos, con tonadas, y alguna coreografía creada para la ocasión donde los bailarines y cantores se desplazaban por el delicado y cuidado piso de la Multicancha, muy forrada y protegida cuando no se practicaba deportes, entonando el valseadito : "Noche oscura, nada llevo, solo llevo mi farol...." representando la figura del vendedor de rescoldos y tortillas y las damas y varones en hilera en una zigzagueante y armónica hilera de participantes que mostraban las coreografías de sus creaciones folklóricas.
Años posteriores, y
yo sirviendo como soldado al Ejército de
Chile, como encargado del “Museo “Séptimo de Línea” de la Unidad, me tocó la agradable sorpresa de recibir una
delegación de maestros y alumnos, entre
los cuales venia don Reynaldo, con quien nos abrazamos efusivamente y
recordamos todos esos años trascurridos,
demostrándome con su actitud y compromiso, un gran cariño por la
historia de Chile, y por los acontecimientos bélicos vividos por el país en la
llamada “Guerra el Pacifico”, intercambiando opiniones y recuerdos históricos.
Entre sus ropas de profesor, siempre elegante, de terno y corbata, extrajo un
sobre, a sabiendas que yo estaba a cargo del Museo del “Esmeralda”, y me
entregó una poesía que el había escrito hace algunos años antes como homenajes
a a la “Esmeralda” y a Prat y sus valientes, la que me permitió que guardara para las
generaciones del futuro o bien pa considerarla en futuras exhibiciones del
museo. .
Con los cambios y
nuevas denominaciones de unidades y
actividades que no nos permitieron seguir en el cuidado y mantención del
Museo, perdí esa posibilidad de difusión
y en verdad sentía en mi interior que estaba en deuda con Dn Reynaldo,
pues nunca más supe de ese poema, hasta hace pocos días en que revisando mis
archivos de recuerdos, los cuales atesoro pero que debo alguna tarde legar a
quienes deseen continuar amando la historia, me encontré con una tarjeta
personal de saludo de Dn Reynado y su poema escrito en la década del 60.
Sin duda que ese verso
a la "Esmeralda", habla no
solamente de su riqueza interior como profesor amante del folklore sino que
"querendón" - como me lo expresara en su saludo- de nuestras tradiciones e historia.
Por lo tanto sin más
preámbulo y por que con esto pretendo invitar a perpetuar su nombre y
recuerdo, por lo tanto que hizo este
maestro querido por la ciudad, me permitiré entonces a publicar en este grupo,
el poema a la "Esmeralda", escrito por Reynaldo Lagos, como un sincero reconocimiento al trabajo del Maestro, Eucador, Folklorista,
cantor y poeta, y con ello extender mi
saludo a sus familia.
Hace pocos meses
atrás Dn. Reynaldo Lagos, a quien al ciudad le debe un verdadero homenaje, nos dejó
en este camino de la vida, y al poco tiempo lo hizo su amada esposa quienes nos deleitaron en tantas ocasiones con
sus cantos y creaciones. Debo decir que sus hijos siguieron la veta artística y
en más de alguna oportunidad, estuvimos apoyados por los LAGOS (es decir sus
hijos y familia) en muchas actividades
militares y docentes y hoy deseamos que los
hijos, sobrinos y nietos, puedan por legítimo derecho conocer esta creación tan
sencilla y simple pero que pertenece al acervo de Don Reynaldo Lagos que tuvo
la gentileza de entregarme y que por supuesto estoy dispuesto también a
devolverla a sus nietos para que la preserven como patrimonio de su amado abuelo,
pero que también es patrimonio de nuestra historia del "Esmeralda".
Gracias por leer
esta extensa nota.
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