domingo, 17 de noviembre de 2019

BOXEO AMATEUR


En mis tiempos de juventud, (muy lejana por cierto), cuando practicábamos "box", el instructor, al vernos trenzados en golpes dentro de nuestros círculo de defensa, nos gritaba: ¡¡ ATRÀSSSS....SIN GOLPE !!!! y entonces nos deteníamos y volvíamos a recomenzar, y mirándonos directamente, cara a cara, practicábamos las técnicas de ataques y defensas. En uno de mis entrenamientos, busquè un mejor equipo en el estante donde se guardaban los implementos deportivos, guantes, zapatillas con olor a "pecastilla", vendajes y las tenidas de tela brillante de raso, Encontré, entre tantas cosas disponibles, un protector extraño, que por su forma triangular, supuse que era para defenderme de los golpes del adversario y proteger mi nariz y boca. Tenía un juego de elásticos de amarra que no entendía mucho su colocación entre el rostro, mi nariz y en el intento, los ataba pasando por mis orejas, hacia la nuca y amarrándolas para procurar comodidad en el ejercicio. Luego de ello, la práctica frente al espejo en el camarín, para hacer "sombras" y combatir conmigo mismo frente al cristal, combinando por un lado mi respiración, (dos aspiraciones de nariz y una exhalación de boca) con un rítmico baile de pies unido a un juego incansable de golpes aéreos y de manos, imaginando a mi supuesto adversario al frente. El protector me incomodaba, pero trataba de respirar cómodamente dentro de él y lanzaba mis golpes de puño al aire, uno arriba, otro abajo y de pronto un enérgico vertical hacia arriba directo al imaginario mentón y todo ello con ritmo respiratorio y saltos de cambio de pies. Esa tarde estaba tan absorto practicando, cuando llegó mi instructor (el recordado "muerto" Guerra,) de quien esperaba yo sus sabios consejos para mejorar mi técnica. Cuando éste atravesó el umbral de la puerta del camarín, abrió sus ojos los que de por sí eran muy pequeños, pero que con el asombro y estupefacción tomaron forma de dos grandes "huevos fritos", y al verme, horrorizado con ese protector, espetó gritándome muy groseramente: ¡¡¡"Sácate esa "wea" de la cara!!! ...Eso es un protector de "compañones" (Testicular)..... Ese día me quedé sin saliva de tanto escupir, y decidí que en realidad, no seguiría practicando el boxeo, así que me cambié al equipo de natación, así aprovechaba la piscina y me lavaba en cada zambullida mi vergonzosa cara.

UN CUENTO DEL TIO

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