jueves, 31 de octubre de 2024

Un encuentro grato de amistad....

 


     Antofagasta obliga a “ir al centro”, cuando tenemos algún trámite que realizar en todo ámbito: Banco, Iglesia, Temas médicos, compras, pago de cuentas, etc…       

    Sin embargo, lo que menos nos convoca, es encontrarnos con los amigos, pues no es precisamente el mejor lugar,  pero como nunca faltan los que andan en las mismas tareas, es fácil el casual reencuentro. Si tenemos la suerte de andar solos, contamos con toda la mañana para sentarnos en los bancos de cemento  del Paseo Prat y charlar en forma amena, con quienes tenemos el gusto de compartir el emocionante e inesperado encuentro. En cambio, si vas “acompañado”, ojalá tengas la suerte que tu media naranja vaya a hacer el trámite  sola y te “deje en libertad” un momento, para  llenarte de emociones y recuerdos con los amigos en esas improvisadas tertulias callejeras.

            Ayer fue un día de esos, de mucha actividad callejera pero no  tan contaminados como lo estuvimos la semana pasada. Al menos pudimos pasear  en paz en un ambiente cálido y  bullicioso de ventas callejeras, con los “paracaídas” listos para tomar la variada mercadería expuesta que sin duda son de muy  “buenas ofertas”, sin conocer la calidad y sin pagar impuestos y con los vendedores prestos a arrancar por las esquinas ante la presencia verde de infantería o bicicleta  policial.

            Al menos, ayer  transitamos libres  de los obstáculos ideológicos  de  esos tremendos despliegues  político partidista de los candidatos a todo, (y de los cuales, casi nunca “conoces a nadie”,  y hasta te preguntas: ¿Y   este (a) “Patuo”(a) ..¿De donde salió?.) y al final entendimos que cada cual se forja su propio destino, aunque este tema de postularse sea como lo más fácil para vivir en los tiempos de hoy con la promesa de  que “todo será mejor”.

            Tuvimos la  paciencia de recorrer y cumplir nuestros trámites, entre calaveras plásticas, muñecas  ensangrentadas y cintillos macabros  en esa otra vitrina  que ya se ha hecho tradición para las compras de disfraces, calabazas plásticas y  las máscaras de las festividades de Halloween que ya no se puede erradicar ni mirar de lado, pues al igual que la cumbia en las ramadas, ya tocaron el alma del pueblo, sin por ello pensar que todos pertenecen a sectas satánicas y buscar   túneles oscuros e intransitables de lo desconocido con la fiesta  de los Celtas, y  en nuestra cultura, matizada con la alegría de los niños,  la adrenalina jocosa que produce el encontrarse con un enmascarado que  te golpea la puerta  solamente por la cortesía de las azucaradas golosinas, aunque sean angelitos, diablitos  o enanitos, la esencia y la inocencia  es la misma.

            Y para hacer el “cuento corto” (generalmente me explayo demasiado ) me encontré con ese amigo inesperado, con más de cincuenta años de recuerdos comunes, con quien crecimos juntos en esa única e inolvidable  época de estudiantes del GTP de la UTE. El inolvidable Eduardo Lara, amigo y yunta  del “Yuyo” Escobar, (ambos con varios récords de invariables amores, vulnerando un poco la privacidad de sus vidas,   y con quién nos dimos ese abrazo fraterno del reencuentro después de varios años, y  procuramos reírnos en medio de las situaciones propias de la edad del “CÓNDOR”… y  fue el mejor recuerdo el de nuestro querido  Grado Técnico Profesional, nuestras primeras incursiones en el campo laboral, los temas propios que nos preocuparon ayer en la búsqueda de los mejores ideales juveniles para una mejor sociedad y   nuestras personales experiencias laborales y de vida,  que al final nos obligaron y nos permitieron retomar rumbos distintos de los que aspirábamos buscando siempre una mejora en nuestros campos de subsistencia de la propia vida y necesidad. Eduardo  fue, gracias a su  espíritu de superación un  gran Maestro educador, quizás recibió ese mensaje  de nuestros queridos profesores que tuvimos la dicha de compartir en nuestra juventud, y de los cuales todos logramos aprender algo y constituirse en nuestros líderes de ayer. (No solamente el caso de Eduardo está relacionado con la Educación, lo está también Jorge Escobar,  Roberto Cuevas, Gabriel Flores, (Q.E.P.D.) ,  y nuestras queridas y distinguidas damas, Emiliana, Vilma, Clarita,  Aida y  María Marín y  otras u otros  que no recuerdo.

            En ese sentido, ambos más viejos que ayer, pero con el mismo espíritu de juventud que no pasa,  con muchos años de caminar, casi cansados, con los dolores en las rodillas, el agotamiento de la respiración al conversar,  las dolencias vividas, las operaciones , los temas médicos, la “gravedad” incluso, y todo lo que va quedando inerte , nos va causando estragos en el cuerpo. NO es fácil haber tenido un accidente vascular, y quedar con el rostro  y el ldo del cuerpo insensible, pero sin dolor o esa agotadora forma de vivir cada semana con esas  Diálisis semanales  que regalan vida y oportunidad pero que son agotadoras, quedamos entonces muy claros que la vida, sencillamente es así, y aunque lo ”comido y lo tomado” no nos lo quita nadie,  que los errores cometidos son parte de la inexperiencia humana, que a pesar de nuestras vidas distintas,  con más de  un par de intentos de reconstruir la vida amorosa,  de éxitos o de fracasos, igual amamos a los hijos, a los  dulces nietos,  y pronto quizás bisnietos, y  lo que no pudo faltar  en ese instante de amistad y compartir fue la risa, la alegría, el recuerdo  de los que están y permanecen y los que  ya partieron y  quienes se encuentran luchando por tener “otra oportunidad” en medio de tantos dolores y dificultades.

            En resumen, ser feliz hoy o siempre,  “no cuesta nada” (me lo decía mi padre) y  no agotar esfuerzos inútiles de buscar cosas para el mañana incierto, pues  como decíamos en nuestros tiempos de estudiantes…”Hoy es el  mañana que ayer te preocupó” y ese hoy está rodeado de  situaciones que nos tienen a todos envueltos en situaciones personales y de salud que no entendemos, porque no fuimos preparados para asumir esta realidad presente, el desgaste de los nervios, el cansancio de los cuerpos, los eternos insomnios, las noches que se hacen interminables y largas sin dormir, las dudas de la existencia, el no saber “ni el día ni la hora”, o esas pesadillas que nos despertaron  recién pegado el ojo que acompañan esta dura y difícil existencia que ahora se torna un martirio, pero que nos permite despertar y mirar  al cielo para dar Gracias al eterno Creador  cuando vemos que hoy será un día más de vida, donde podremos seguir preparando el alma para la inevitable partida haciendo o procurando hacer el bien, estrechando a los amigos, deseando lo mejor para todas las familias, dejando de lado nuestros egoísmos, nuestras ideas que queremos imponer al otro  sin entender que el otro es simplemente eso:  ES OTRO, que no soy yo,  y en ese sentido trato de ser distinto en lo mío propio, en mi vida propia, en mi terreno propio,  y  dar  no lo que me sobra, sino lo que me cuesta para que tenga valor, aunque signifique renuncia  y sacrificio,  o sea  quitarme el pan de la boca para que otros puedan disfrutar del día a día de la larga o corta vida que nos queda….

            Fue ayer, sin duda, un momento de alegría,  de emoción, de amistad compartida de recuerdos gratos o de los otros,  de esas conversas  que nos traen esperanzas y hacen realidad los sueños presentes que son en el fin de los tiempos nuestra única y gran preocupación, la de ser felices hoy, y solamente hoy, por que mañana siempre será tarde….

 

UN CUENTO DEL TIO

6 de enero 2022 Estimados amigos y vecinos de Antofagasta: Hoy, bajando por la Avenida Arturo Pérez Canto, al llegar al semáforo   con A...