Hermandad
Artillera…..
Nuestra memoria de la vida militar, nos recrea esos pasajes
compartidos con el entonces Sargento Mario Cáceres López, y lo relacionan con el Regimiento
de Infantería N° 7 “Esmeralda”, recordando de él su labor destacada en el
servicio de Intendencia de la Unidad, aplicando sus conocimientos y profesión
en un importante oficio que tenia que ver en ese entonces con la confección de tenidas, arreglos de
uniformes y esa gran gama de tareas que desarrollaban los antiguos “Sastres”
militares, que hicieron de ese oficio
toda una vida entregada a la confección reparación y prolongación de la vida útil
de nuestros uniformes.
Pero el querido y recodado “Gato” Cáceres, el que alguna vez conversando nos
contaba historias de su puerto amado de
Tocopilla, se inició en la vida militar
como Soldado Conscripto en el vecino Regimiento
de Artillería N° 5 Antofagasta, descubriendo
en esa Unidad, su vocación y deseos de
servicio para continuar la vida de soldado aprovechando esas oportunidades, no
muy frecuentes que daba la vida militar en esos duros años en que, en honor a
la verdad, no había mucho interés en seguir la hoy llamada “carrera” militar.
En esa época era difícil ser militar.
El que abrazaba la carrera militar, lo hacia solamente con su espíritu de
servicio y vocación, y era menester ser empleado en cualuier actividad al
servicio de la Unidad. Era como la mejor opción. Si sumamos a esa necesidad de
la vida, tampoco había un tema económico que permitiera cierta seguridad para el funcionario y en especial la
tranquilidad económica a sus familias.
Sabemos de los grandes sacrificios que hacían las
familias para mantenerse con sueldos mínimos
y escasos haberes, con tareas agobiantes y
con una restricción personal en
cuanto a la posibilidad de poder trabajar en alguna tarea paralela para mejorar
los ingresos, pues el ejército absorbía
todo ese potencial humano en un tiempo
ilimitado, como diríamos hoy se trabajaba
7x7x24. No había otra opción, y de allí que era muy común el: “Al
que no le gusta, se va”…..
Bajo ese prisma queremos reconocer a
todos esos viejos soldados que nos antecedieron y que vivieron una época dura, difícil,
de muchas penurias y falencias, y de muy
poca preocupación por su capacitación y profesionalización de sus servicios ,
lo que poco a poco fue cambiando a través del mejoramiento de las condiciones
laborales, para formar personas
expertas en materias disimiles que
le dieron ese carácter de ser un
camino que requería algunas exigencias intelectuales, físicas por cierto como
siempre, y de formación que permitieron dar ese gran salto cultural de la función
militar, basado en la necesidad de servir pero con mejores herramientas, mayor capacitación,
desarrollo de cursos y especialidades y también un mejoramiento justo y equilibrado
de sus pésimas remuneraciones.
Hace pocos días mi amigo y hermano de
ideales de soldado, el Suboficial Alex
Cuevas del Arma de Artillería, me envió estas fotos que son un gran testimonio de la vida de este
reconocido soldado de nuestros tiempos. El mismo me relata en su envío lo siguiente:
“Mi estimado
SOM y amigo :
“Esta tremenda “fotaza” llego a mis
manos a través de Jorge Cáceres Ruiz, SLC R.A.N°5 " Antofagasta "
Promoción 1981-1983, 4ta Batería
Independiente de Montaña sobrino del conocido SOF Mario Cáceres (Q.E.P.D.)
“La publiqué recién en la página de
los Artilleros, puesto que marca un antes, un durante y un después, dónde dio
sus primeros pasos hacia la vida militar del SOF. Cáceres. La hermandad siempre
ha existido con los hermanos Infantes.”
“Conforme a su familia, esta
fotografía, es exclusiva de su servicio militar en el R.A.N°5 "Antofagasta".
Dado el interés de proyectar un poco
esa vida militar de antaño y además reconocer
en el Suboficial Cáceres ese soldado
que abrazó la vida militar en esas circunstancias tan difíciles del
pasado y destacar junto a él a nuestros
militares instructores que nos antecedieron, me permito entonces, agradeciendo
al Suboficial Alex Cuevas su generoso envío, compartir esta nota y fotos, para
el recuerdo del mañana.
Atentamente.
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