domingo, 2 de agosto de 2020

Carta a la Sra. Gabriela Mardones de Grunert (Q.E.P.D.)


Señora Pelusita:

¡Que bueno que hallamos recordado en estas redes nuestros mejores años de la vida junto a su esposo y hermosa familia!

¡Què hermoso haber compartido todas sus emociones familiares, con esos pequeños que son sus hijos y que conocimos tan niños y que hoy les llenan de orgullo como familia, y ese orgullo siempre reflejado en sus publicaciones, comentarios y tantas alegrías hermosas, y en especial  el mejor regalo que pudieron hacer por ustedes: sus nietos.

Gracias al Señor de la Eternidad, porque usted y su esposo son, fueron y serán siempre unas personas que pasaron “haciendo el bien”, generosas, bondadosas y que renunciaron muchas veces a tantas situaciones propias por el bien de los demás.

 Gracias por que en cada foto del ayer que compartimos, siempre había una opinión suya favorable a los recuerdos, y quizás eso nos sirviera a todos nosotros como aliciente de vida en las propias dificultades que a veces uno prefiere callar para no preocupar.

No supe que estaba enfermita, no me enteré oportunamente, por eso que hoy, recibiendo esa infausta noticia, se me nubla la vista de solo pensar que no la veremos más físicamente, pero con la certeza espiritual que estará en nuestros recuerdos siempre, porque supimos de su amor, de su simpatía, de sus mejores años, de su belleza, sin duda incomparable, pero sobretodo de esa belleza del alma, que habla de tantas cosas heredadas de sus padres, como son los valores y los inolvidables recuerdos.

No sé cómo expresarle nuestros sentimientos. De verdad estamos impactados, pero su dulce sonrisa, que vislumbramos entre las nubes de la inquietud y el dolor,  nos dan paz y tranquilidad, porque sabemos que está en un mejor lugar, y solo quiero decirle que la recordaremos siempre, con ese cariño propio de personas que fueron compañeros de la ruta de la vida y que tuvo usted una hermosa familia junto a su siempre distinguido esposo y amigo, el tan recordado  “Gringo” Grunert , (según èl: “de sangre “irlandesa”, por su carácter), y que nos enseñara nuestras primeras cuecas y tonadas  en el querido  conjunto “Flor de Chile”, que fundaran juntos en nuestro querido “Esmeralda”, y nos  llenara el espíritu de amor a lo nuestro, con esa estampa de huaso elegante (y “huasa” distinguida), pero con alma de campesinos bonachones,  humildes, buenas personas y  amante de nuestras tradiciones. No  olvidaremos nunca su optimismo, energía, alegrías y sencillez, que serán finalmente los más hermosos recuerdos que evocaremos  de una mujer noble, valiente y llena de virtudes y que tuvimos el gusto y honor de conocer.

Descanse en paz Pelusita.

Ya a no habrá dolor para usted, sólo esperanzas y alegrías y una nueva vida, esa prometida por Jesús en su Evangelio, y allí alguna vez nos reuniremos a cantar junto a su esposo  una cueca o tonadas, para recodar la vida tan hermosa que nos tocó vivir y que seguirá con su dolorosa ausencia,  pero que mitigaremos al agitar nuestros pañuelos y cantos al cielo, donde  usted vibrarà como nosotros con ese inmenso amor a lo nuestro.

 Un abrazo en la distancia.

(El cielo hoy, es un mejor lugar, con su alegre presencia.)

 



No hay comentarios:

Publicar un comentario

MAYONESA CASERA

Un homenaje a  nuestra mamá.   Carlos Garcia Banda p n e o t r s S d o 3 a 9 m o f 1 a 0 a 6 2 u 3 0 2 m 5 8 2 d e 0 f   i 2 c h h 2 c 4 h 1...