domingo, 26 de febrero de 2023

UNA REINA "CARRUNCHA", CECILIA I.

 Una historia que no  debemos olvidar……

                           El dirigente estudiantil "Churro" De La Vega, corona a CECILIA I, Reina "Carruncha" en los actos de Aniversario  en Abril de 1972.

     El año 1972, tuvimos la tradicional celebración de elección de la Reina “Carruncha”, actividad que era muy  esperada en la celebración del Aniversario, por cuanto se programaban fogatas, paseos, concursos, fiestas en los salones, mucho deporte competitivo entre las especialidades,  y las tradicionales “bromas “ mechonas que llevaron  muchas veces a  sobrepasar los límites, pero que tomados con buen sentido de humor, permitían conquistar la aceptación y sonrisa de quienes  se veían afectados por algún “rescate” de vehículos, placas de colegios o instituciones, y hasta allí el célebre y recordado, (anunciado hasta en la prensa) “robo” del León de la Plaza de Armas de Antofagasta, y de lo cual algunos de nuestros compañeros nos pueden relatar o contar con bastante conocimiento, pues muchos actuaron directamente en esta acción que no tenía otro objetivo que hacer esas tradicionales “bromas mechonas”.

          La cualidad principal de estas actividades escolares, era que nosotros, los mismos alumnos, integrando las directivas de los cursos, la Federación de Estudiantes (FETEPRO) y con el pleno apoyo y compromiso de nuestros profesores, dictábamos  nuestras propias normas para ejecutar con entusiasmo y transparencia estas actividades, en las cuales también considerábamos los tradicionales “Juegos Jocosos” en el centro de la ciudad, y los  muy esperados  desfiles de “Carros Alegóricos” de los cuales tenemos mucho que comentar.

          Pero este recuerdo específico de hoy, se refiere a la elección de Reina “Carruncha”, en la cual todas las especialidades se empleaban con grandes muestras de esfuerzos y sacrificios para sumar el máximo de puntos a sus candidatas cumpliendo diferentes tareas y pruebas.

          Pero hubo un gran detalle que me gustaría recordar por el hecho que debió ser ejecutado con mucha destreza, velocidad, entrega y decisión.

          El Jurado, formado por profesores, debía realizar los cómputos finales de los puntajes acumulados, y conforme a las cláusulas que  definían las candidaturas, había una muy difícil situación que se pudiera presentar, pero que estaba en los cálculos de la posibilidad más probable, y que definía en caso de “empate” entre dos grupos de diferentes especialidades (hoy les llaman alianzas”), emplear una acción que  era definitiva pues el puntaje que ello representaba era bastante  elevado y  permitía a pesar del empate, un solo ganador y esta acción debía ser ejecutada  a través de una prueba final, que se entregaba a un apoderado de la candidata  que representaba a la especialidad, considerando en sobre sellado, a lo cual le llamamos el “Comité creativo”,  la “Misión Imposible”, desconociendo todos nosotros cual sería la tarea o misión que en libre deliberación acordaran los profesores miembros del Jurado. Esto era estrictamente secreto pero una vez acordado,  se  ponía por escrito en un sobre sellado para cada uno de las especialidades empatadas, considerando un tiempo de no más de 20 minutos, y cumplir esa misión y llegar al escenario del Teatro Nacional con la tarea cumplida. El primero que llegara, sería sin duda el ganador.

          Sé que en esa ocasión nuestro representante y apoderado de la candidatura de nuestra hermosa CANDIDATA A REINA,  CECILIA HERNÁNDEZ,  era el alumno y compañero de curso, Sergio Espinoza Maturana, y no recuerdo, lamentablemente, los apoderados de las otras candidaturas y especialidades.

          Casi mediodía en la ciudad, en el Teatro Nacional había una gran expectación. Todos los alumnos siguiendo el show preparado con mucho ensayo y con los mejores talentos. Cantamos y disfrutamos de una presentación en la cual estuvo Luis y Gabriel Flores, Ramón Lazo, Gaytán y el Pato Valenzuela, con su conjunto electrónico, y cantantes  que nos deleitaron son su música.

          Teníamos preparada una sorpresa en la que me pidieron que cantara la canción “El patito chiquito no quiere  ir al mar…” (Danilo Aguilar se sabe esa anécdota), y que era una muy clara broma para nuestros profesores, y que en los momentos previos de mi debut artístico uno de los maestros, me pidió que por favor, no cantara esas canciones que eran  verdaderas acusaciones éticas de los profesores, como por ejemplo decir que el profesor “x”, era bueno pal copete y que el Patito le cantara: “TÓMESE ESA COPA ESA COPA DE VINO”… lo cual afectaba a sus honras y  familias, que podrían herir susceptibilidades y,  en verdad, esa canción larga y ensayada tenia varios versos acusadores, que podrían haber causado daño. Así que   el querido profesor “Picadillo” González, me  dijo que era mejor obviar ese eventual daño a  la imagen de los maestros y como además de profesores y alumnos, éramos muy unidos a ellos, y hasta en las salidas de escuela  nos íbamos alumnos y maestros, todos juntos (por supuesto que “invitados” por ellos), a tomarnos un refresco o algún aperitivo en  “Las Cantaciones”, donde jugábamos al sapo, al cacho y dominó y pasábamos tardes muy agradables de amistad y respetuosa fraternidad. Sin dudarlo dos veces, por supuesto que entendí a mi profesor, y accedí a no cantar esa canción comprometedora.

          Hecho esto, el show continuó.

          En esa oportunidad, cantó y tocó guitarra, mi pequeña hermana de no más de 10 años, Ximena Garcia, que se iniciaba en ese tiempo en los campos de la música, sobre todo en ser ejecutora de instrumentos y  fue muy linda esa mañana de  aniversario en el Teatro Nacional, hasta  que llegó el momento de la verdad.

          Se sacaron los cálculos de puntaje y la sumatoria, daba  claramente un EMPATE, entre dos especialidades, lo cual era imposible de definir, salvo por esa  inteligente decisión de tener, “por si acaso”, esa prueba que seria definida por los profesores como Jurados y entregada simultáneamente en sobre sellado a los  apoderados de las candidatas de  las dos más altas mayorías.

          Nadie sabía cuál sería la prueba y entonces el  sobre fue entregado. Debían leerlo, analizarlo rápidamente, y se tocaba un pito de inicio y esos alumnos, debían salir corriendo a buscar lo que pedía la “Misión Imposible”, y todos nosotros esperar expectantes la llegada del ganador de la prueba.

          Nunca pensamos que pudiera haber alguna  mala intención de  detener la marcha o de buscar la forma de accidentar a uno u otro apoderado, por que  no pensamos que eso podría ser posible, pero en todo tiempo ha habido exaltados  que se salen de las casillas y que desean conseguir las cosas a la mala, así que leído el sobre, los  alumnos  esperaron el  pito de partida y salieron  corriendo a las calles a cumplir la Misión encomendada.

          Ahora que el tiempo ya pasó, puedo decir que los profesores, dijeron en forma escrita, que deseaban que a esa hora de mucho calor,  llegaran los alumnos con una bandeja, seis vasos, destapador  y seis cervezas, para refrescarse en medio de la agitada mañana.

          Nuestro “Mono” Curuta, ágil y rápido de mente representando a la especialidad de Electricidad, y el otro apoderado que lamentablemente no recuerdo, esperaron el turno y salieron corriendo por los pasillos del teatro hacia la calle, y todos ignorábamos cual sería la misión.

          Pero algunos  nerviosos y exaltados, se levantaron de sus asientos y  se fueron a la entrada para impedir y obstaculizar el libre acceso del “rival” que llegara primero, y como eran dos especialidades, se sumaron  alumnos de ambos equipos y  en la puerta esperaron a ver que era la misión imposible…

          Mañana de agitación, de nervios, desesperación, se definía la Reina “Carrunchita”, y por la calle Sucre, viniendo desde cerro a mar, aparece como una gacela ágil y sudoroso,  el ”Mono” Curuta  corriendo, con una bandeja de aluminio, los seis vasos, el destapador y las seis cervezas, y era sin duda el primero, el otro competidor no se veía llegar.

          Entonces la turba adversaria, los “mala leche” de siempre, corrieron a la calle de la entrada del teatro a impedir por la fuerza la entrada del que venía como ganador,  siendo apoyado también con fuerza por los  simpatizantes del “Mono”,  y éste que venia corriendo con el trofeo de las cervezas y los vasos, a patadas y combos fue recibido y a patadas y combos el Mono con fuerza rechazaba la detención y  en el arrancar hacia el escenario, los exaltados le tiraban su ropa, le desgarraron, convirtiéndola en harapos,  su  chaqueta, le rompieron su chaleco manga corta de terciopelo café,  hecho de una tela que en ese tiempo era muy cara, rasgaron su camisa, le hacían zancadillas, lo  golpeaban,   y  en  la fuerza que empleaba el Mono para desprenderse de  esa energía que detenía su camino, se fue quedando sin chaqueta, sin chaleco, sin camisa y  rasgados sus pantalones, peleando, luchando y al final, en medio de una algarabía y tremenda ovación y trifulca, llegó victorioso al escenario, entregó el sobre de la "Misión Imposible" y los elementos solicitados, llegando en primer lugar,  pese a todos los intentos de derribarlo y botarle su preciada carga.

           No pudieron con la energía, entereza y valor del Mono, no lograron doblegarlo ni vencerlo, el Monito transpiraba y agitado llegó entonces al escenario y el jurado definió de inmediato quien   era  la especialidad ganadora, en este caso Electricidad y,   en medio de tanto dolor, golpes y  sin ropa el pobre Mono saltaba de alegría, de emoción y de contento, por allí le pasaron algún chaleco para cubrirse, y  vino entonces la Ceremonia de Coronación por parte de uno de los Directivos de la Federación de Estudiantes, conocido por todos nosotros el “Churro” de la Vega, y fue coronada nuestra flamante, hermosa, siempre sonriente, la más bella morena, la más linda de las damas que hayamos tenido en nuestro  colegio, la amada, admirada y querida “CECILIA I”, que se ganó el afecto, el aplauso,  el cariño y todas esas bellas cosas que provocó su PRIMER LUGAR y que  en definitiva fue la que presidió todos los actos siguientes del aniversario, y a la cual hasta el día de hoy, recordamos con mucho cariño y a quien le dedicamos esta nota que es una crónica pequeña del recuerdo de su candidatura y coronación como la “Reina Carruncha” de ese año 1972.

           Y a  nuestro querido amigo el “Mono” Curuta, que precisamente hoy 25 de Febrero de 2023 lo fuimos a dejar a su descanso eterno al cementerio de Antofagasta, le agradecemos, con este recuerdo, su valentía, su entereza, su vitalidad, su fuerza y su decisión de no dejarse amedrentar y salir a golpes de combos y patadas defendiendo su honor pues en medio del  duro bregar de esa decisiva acción,  pudo cumplir  fielmente, valientemente, y como siempre muy sonriente, esa difícil, por no decir Imposible Misión.

          ¡¡¡Viva la Reina!!!, y viva siempre en nosotros este inolvidable recuerdo del ayer.

 

 

 

 

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