La vida sigue su curso, y eso hoy 22 de Marzo de 2023, a mediodía, fue motivo de un fraterno y sentido abrazo entre un militar de excelencia, amigo de toda la vida, con su carácter a veces explosivo y fuerte, pero también con su liderazgo natural y generosa amistad y que hoy mantiene la lozanía, juventud y espíritu ejemplar de sus mejores años como soldado del Glorioso "Esmeralda": El conocido "Sordo" Escalona.
Pero todo tiene su inicio. Nos encontramos hoy con el siempre cariñoso y sonriente buen amigo, el “ QUILO”, el estimado Jaime Quilodrán Reyes, bastante repuesto, diría que hasta con una pequeña “ponchera”, (nunca tanto como la mía), y estábamos recordando viejo tiempos “Esmeraldinos” (sin “pelar” a nadie solo recordar las cosas buenas), cuando de repente….¡¡Adivinen!!, entrando a la “farmacia de turno”, (nosotros veníamos saliendo de otra, porque es ese “el pan nuestro de cada día” a esta edad, entre botica y botica, aunque antes, en nuestra juvenil vida, haya sido entre “cantina” y “cantina”.)
Y allí estaba entrando
a la farmacia a comprar un frasco de propoleo, la figura gruesa, atlética, aunque con bastante kilos de más, del recordado instructor militar , conocido con el cariñoso remoquete de “SORDO” ESCALONA, quien nos
divisó sorprendido y, sin dudarlo, evitó entrar a la
farmacia a buscar su medicamento, (se “toma” como seis pastillas diarias), y con
su característica personalidad de hombre poco amigo de la sonrisa, pero
“clarito” en sus cabales mentales, nos fue a abrazar, hablando como siempre
fuerte y pausado, y sabiendo de mi debilidad de oído, pues también le hago la “collera” en lo “sordo”, me dijo:
- ¿Y cómo está la "paila"? refiriéndose a mi órgano de audición, ya bastante atrofiado.
Le
contesté en “lenguaje de señas”, porque así nos entendemos los “sordos, (y
gordos), respondiéndole que seguíamos en el intento de oír mejor, poniendo la corneta
de “Alaraco” en la oreja, y nos reímos de nuestros defectos, junto al siempre
risueño Quilodrán, y el “Viejo” Escalona
nos decía y comentaba:
- A mis ochenta, me “tomo” varias pastillas, y me tengo que cuidar pues ahora me ahogo y capaz que tenga que andar luego con un tubo de oxígeno. Dejé de fumar hace algún tiempo, y ya no soy el mismo. Bueno, ustedes entienden.
Así que nos reímos, y compartimos, y el “Sordo”, buen milico y
generoso como siempre, dijo:
- Los invito a un par de cervezas, aunque sean “sólo dos”, pues ya no le "pongo" mucho…
Y como el Quilodrán tiene mañana jueves control médico, y como yo venía también de mi amada Doctora Monserrat Gómez, (que me encontró con
elevados “niveles” de “todo” lo que circula en la sangre), mejor nos
hicimos los “weones” con la invitación del "Sordo", a la fría “Chelita”, (aunque se nos hacía
“agua la boca”), y también pensando que: "Dos más dos y más dos, y más dos.." capaz
que termináramos la "rasca" muy tarde, con algún “combo en el hocico”, no del amigo Escalona, sino de nuestras esposas, que se parecen mucho (La Rosa y la Mónica, “BRUJAS” de
verdad y que tienen hasta escoba, con las cuales nos suelen mandar a barrer la casa para no perder la energía de sus motores....). Y entonces, en el final del encuentro, breve pero lleno de recuerdos, nos despedimos todos muy contentos,
y sellamos ese momento de amistad de “Esmeraldinos” con esa típica foto de
“Selfie”, (que es una simple “autoretrato”), de los momentos agradables de la
vida, llena de achaques y recuerdos, que vivimos hoy.
Fue una alegría ver a
nuestro instructor de ese año de mi servicio militar, (1974) el “temido”
CB1 Escalona, que nos pegaba unos “parches rojos” que nos mandaba
sentados de raja por la inmensa fuerza y potencia que tenía en sus manos.
Y entonces me fui a otros trámites, masticando
las emociones del encuentro, y aun dándome
vueltas en la cabeza la buena idea del “Joaco” de ir a visitar a los “Esmeraldinos” (le propuse llevarles
una botella de vino y quizás una flores a las esposa de los que aun viven con
ellos), para brindarles solo un instante de amistad y recuerdos, y saber que no nos
olvidamos de ellos y que estamos dispuestos a tenderles la mano si es que nos
necesitan.
Seguí mi camino a las
tareas que me llevaron al centro y ….adivinen otra vez……Sentados en ese paseo
que a veces se torna muy agradable, dos
grandes soldados músicos militares: el recordado “BRICEÑO”, y el amigo “DONOSO”
(que estaba con su esposa).
Así que nuevamente me detuve a saludarlos y
compartir algunas bromas del momento.
Me
acordé de Briceño que con el “huaso” Campos, cuando veníamos de Tocopilla con
la Banda de Guerra e Instrumental, y la “Guardias de Honor”, entonces
“presidencial”, el “Huaso” Campos y el Briceño, después del buen almuerzo de
ese día, sintieron el “Acuse de Recibo”
de sus repletos intestinos, y con esos dolores necesarios
para aligerar sus estómagos, tuvimos que
detener el bus militar, manejado por el Quilodrán frente a GATICO, en ese hermoso “Monumento Histórico”, y rápidamente
bajaron corriendo del bus, con el tiempo justo antes de concretarse el “disparo”
final con tal suerte que ambos quedaron frente a frente, charlando como si “nada”
extraño ocurriera, de las novedades del
viaje, pantalones abajo y compartiendo aparte del idílico “paisaje”, los pesados aromas de la tarde, y el tan necesario y urgente papel higiénico
que alguien les pasó en esa emergencia
estomacal y que dividieron entre buenos amigos.
Miti y Mota el papel,
Miti y Mota la conversa, pero cada cual
se aseó como pudo con esa natural descarga, dejando allí plantados su “árboles”, en el desierto
cercano a la playa de Gatico, mientras desde las ventanas del bus, éramos
testigos jocosos de ese gran encuentro donde dejaron su vergüenza y dignidad
muertos de la risa, para subir nuevamente al bus, y venir con esos aromas de nauseabunda reputación después de sus humanas necesidades, cercanos al monumento.
Le pregunté a la esposa
de Donoso, el que tocaba la trompeta de
forma maravillosa y angelical, y tenía una afinación tremenda, que solo entienden los
músicos, que ¡cómo estaba Donoso con su instrumento
musical", y la esposa me dijo sonriente,
detrás de su mascarilla protectora:
- Este viejo ya “ni sopla”, ni menos toca a su
“señora”…
Y nos reímos entonces
de esta natural condición que nos afecta a estas “alturas” de la vida, producto
de los años, la ansiedad, los problemas físicos y de salud y sin duda la “gravedad”, que causa
estragos, pues ya no funcionan muy bien los pulmones, como es el caso de Donoso
y Briceño, el uno para la trompeta y el otro para el Clarinete.
Como pueden captar, ya
no “soplamos”, ya no tenemos mucha
fuerza, y al menos tenemos energía para reírnos de nuestras humanas
debilidades, recordando siempre las cosas buenas, porque en medio de nuestros
defectos, todos tenemos recuerdos agradables de nuestras vidas, y eso debe seguir siendo el factor que nos una
siempre como buenos camaradas “Esmeraldinos”.
Como corolario final de este reencuentro de hoy, lleno de emociones y recuerdos, tan breve como el tiempo que nos queda, dejo en estas líneas, un afectuoso saludo a mi
SOM RAÚL ESCALONA GÁLVEZ, al SOF. JAIME QUILODRÁN REYES, al SOF. DONOSO, eximio trompeta de la Banda, y al amigo (SG1?) BRICEÑO, que siguen alegres
y espontáneos como en los mejores años de su juventud, todos en el Glorioso e inolvidable “Esmeralda”.
Segundo día del Otoño, 22 de Marzo de 2023.
Fue hoy un hermoso
día….