lunes, 6 de enero de 2025

UN CUENTO DEL TIO

6 de enero 2022

Estimados amigos y vecinos de Antofagasta:

Hoy, bajando por la Avenida Arturo Pérez Canto, al llegar al semáforo  con Avda. Pedro Aguirre Cerda,  justo en el momento de dar la vuelta hacia el norte, un individuo moreno,  me hizo una seña hacia el neumático delantero derecho, indicándome que  “bailaba” con el movimiento y a  “punto de salirse la rueda”. Por supuesto que el pánico de sufrir un accidente me hizo detenerme de inmediato, peligrosamente en medio  de esa calle  que aún está en reparación con el correspondiente “pitear” de las bocinas, de otros intransigentes conductores,  me bajé y  vi nada anormal. Seguí lentamente y a mitad de cuadra, otra persona me señaló lo mismo, que la “rueda” se estaba saliendo, así que ya dos personas  distintas a distancia prudente y ambas en actividad como si iban cruzando la calle, me hizo detenerme por segunda vez  en la esquina de semáforo de la Calle Juan Pablo II, casi al llegar a la casa de Retiro San José y de allí bajar a la calle pavimentada donde un tercer individuo de buzo  de trabajo de mecánico, me dijo: “Jefe, se le está saliendo la rueda”,   y me mostró y pasó un trozo de resorte quebrado, un tanto  brilloso que no me convenció, pero me dijo: “Tuvo suerte, yo soy el  “boliviano” tengo mi taller a la vuelta y   vamos para echarle una revisada, Yo  lo voy a AYUDAR”….

Por supuesto que agradecido y  aún  impactado por la situación “accidental”, y porque en ese momento iba muy urgentemente al “centro”  a tareas familiares, me dijo: “A la vuelta tengo mi taller,” y al dar la vuelta, en contra del tránsito, me dijo: ”Mire estaciónese allí frente al ómnibus, justo donde venden huevos en un kiosko móvil.” Mientras tanto llamó por teléfono y le dijo a otro individuo: “Llévame la cajita de herramientas por favor  al frente del ómnibus”, y precisamente allí estaba la cajita con otro ciudadano boliviano que me saludó muy amablemente y me dijo  si yo había ido alguna vez a Bolivia, que era muy lindo….

A todo esto, mi mente más calmada se acordó que en algunos años atrás leí en las redes un “MODUS OPERANDI” similar para otro caso en la Avenida Rendic o Salvador Allende….

El  buen mecánico, me dijo: “Suba al coche, corra el motor, pero NO PUEDE SOLTAR EL FRENO……”

Y entonces con esa “táctica”  de no dejar de frenar me dijo: “Espere, Aguante, “..…. y sentí unos grandes golpes en el  carro con mucho movimiento inusual y luego me dijo: “VENGA, deje allí el freno, el auto corriendo siempre…”.Y  me  mostró un eje, quebrado, con las piezas deterioradas diciéndome: “Usted tuvo suerte de no accidentarse o  volcarse,   hay que cambiar urgente este repuesto”.

Ya se imaginarán, solo sin saber que hacer, pero con mi ojo agudizante  le dije…

“Muchas gracias “amigo”, se pasó de buena voluntad; Pero ¿Cómo cambiamos la pieza?

“Páseme diez lucas para ir en micro a ver el repuesto. Nosotros tenemos una concesionaria y allí podemos conseguir el repuesto, en todo caso si usted quiere yo llamo y viene la secretaria y lo trae”.

El otro “compañero” me decía sarcástico: “La secretaria es muy bonita es venezolanita y muy  buena moza jajajja”,  a la vez que  trataba de hacerme entender que  quizás yo como viejo califa pudiera sentir algún atractivo especial por tan distinguida dama, a las cuales por naturaleza respeto.

Así que  le dije: “No, no tengo ni un peso, ni para la bencina.” A lo que el  buen mecánico,  me dijo: ”Entonces iré  a averiguar el repuesto. Claro que lo ideal sería cambiar “los dos lados” de la dirección, porque seguirá peligroso”.

Al rato el hombre se fue, supuestamente  a “averiguar” el repuesto y el que se quedó conmigo me  hablaba maravillas de Bolivia y me dijo  si usted quiere anote mi número para que le podamos cambiar las dos piezas más adelante”.

Le dije: “¿Sabe? No tengo ni para agua, así que deme su  número, y lo  contacto y lo tendré en mis memorias del celular….”

Al rato llegó un “tercer individuo” (pero sin secretaria,)  con una bolsa de repuestos NUEVA 0(NUEVECITA DE PAQUETE) , y unos fierros cruditos forrados con  nylon y me dijo: “Don CHARLY, aquí le traigo el repuesto , me mandó el dueño    y me dijo que  es el único que le queda para su modelo de auto.”

Mmmm- le dije- ¿ Y cuánto  vale?

Bueno en realidad este puro eje  es la mitad de la pieza le vale 150, pero como completo sale sobre 300, con las “gomas nuevas”.

Insistí: “Pero yo no tengo ni un peso”

“Pero mire - me dijo-  la otra opción es se lo cambiamos y  vamos al “cajero”,  usted nos hace la transferencia y listo”.

Nuevamente dije: “Pero si yo no tengo  cajero  y si no tengo lucas menos tengo en  tarjetas. No me manejo en esas tecnologías de  tarjetas”.

“Pero algo debe tener”. “Sabe- insistió- ”El dueño de la casa de repuestos no sabe que traje las dos piezas. Deme 150, lo cambiamos y quedamos como amigos”.

“NO tengo plata amigo estoy  MUY AGRADECIDO DE LA TREMENDA BONDAD DE USTEDES AL DARSE LA MOLESTIA DE AYUDARME EN ESTE CASO TAN DESGRACIADO….

Pero quiero que sepan además que yo “SOY MUY DESCONFIADO”,  Y entonces enojado me dijo el hombre del repuesto:  “Ah es desconfiado?  Entonces no podemos hacer negocios…”

“Precisamente- le respondí, no podemos hacer negocios, aparte que esta "cagá" de auto no es ni mío me lo prestaron recién y no voy a estar pagando repuestos que debe pagar el dueño (“mentirita” piadoso mía).

Mmmm entonces sabe?  No hagamos nada y quédese con el auto malo…

El otro, el “mecánico bueno”  me  dijo, sabe? Le armaré la misma pieza pero debe levarlo al mecánico.

Me llamó la atención todos de buzo de trabajo de mecánico.

El de la “cajita de herramientas” estaba parado en esa esquina con la cajita vacía y seguro adentro tenía el repuesto malo que me mostraron…

El tercer hombre era más violento, convencido que yo le pagaría.

Al irme le dije: “¿Sabe? estoy muy agradecido pero debo ir a ver a mi madre “enferma:” Si yo tuviera diez “lucas”, se las regalo por toda su “molestia”.

“Si. me dijo-  le agradezco también, “el mundo está tan malo hoy” que es natural ser desconfiado”.

Le pregunté: “¿Cree usted que llegaré a casa con el auto así de malo?

“Si - me dijo - Vaya tranquilo lo “DEJÉ BIEN AJUSTADO”

Así que me vine despacito a mi casa, guardé el auto, y al pasar por ese templo evangélico frente a la Panadería Sissy, antes de llegar a Pérez Canto sentado en sus escalas de acceso al templo,  estaban tres de los protagonistas, conversando y echando en una bolsa el repuesto nuevo, quizás masticándose la mala cueva de  no haberme hecho caer, con  el “cuento del Tío”.

Punto aparte:

Debo reconocer: ¡¡Excelentes actores!! Protagonistas principales y un  gran reparto, gran producción y casi me convencieron que me habrían desarmado el auto en tres minutos y me mostraran la pieza dañada.

Para que tengan cuidado.....

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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