miércoles, 19 de agosto de 2020

CAMINO A CRISTO

 El camino de Cristo, es un camino difícil, nos obliga a ser humildes, serviciales  a tener siempre la voluntad del perdón y en todo,  la luz del Señor debe ser siempre una luz de esperanza de amor y de amistad, sincera y verdadera. En  la época romana, arrojaban a los Cristianos en medio del “Circo Romano”, y no hubo ninguno que empuñara un arma, sólo hubo ofrecimiento de sus propias vidas, sabiendo que alcanzarían una muerte dolorosa y un pasaje directo a la Vida Eterna. El Evangelio del domingo nos hablaba de todos los hermanos que fueron muriendo uno a uno y nunca perdieron la fe, y jamás levantaron una mano en defensa de sus vidas. Eso es una muestra de fe inconmensurable. Debemos perdonar en nombre de Jesús  debemos amar, en nombre de Jesús,  debemos unirnos en nombre de Jesús,  debemos llevar esperanzas y paz a cualquier lugar donde debamos Evangelizar,  debemos ser palomas de paz y creer que Dios será siempre nuestro mejor juez. Debemos ser consecuentes con el Evangelio y amar al prójimo como a nosotros  mismos, debemos poner la otra mejilla, aunque nos cueste, porque ése es el mandato del Señor. Ojalá que nunca las ideas nos separen,  la humanidad, pase lo que pase, sea la idea cual sea,   no está abandonada;  Dios siempre triunfará y su justicia y su misericordia son  la más perfecta. Cuando seguimos a Dios, podemos morir en paz y seguramente alcanzaremos un lugar, aunque sea un humilde rinconcito en ese cielo amado,  cuando seguimos a los hombres, caemos en el triste error de la idolatría humana y nos llenamos de ansiedades terrenales y extremas. El “Soberano Rey”, Jesucristo nos dice: “Mi Reino no es de este mundo”, y el mundo seguirá lleno de conflictos,  lleno de ambiciones de poder, cada cual quiere más TENER  que SER, el mundo levantará la espada contra espada, hermano contra hermano, ofensa por ofensa, “ojo por ojo y diente por diente”, y esa ley Jesús la abolió por otra actitud, la de amarse los unos a otros y no “armarse los unos contra los otros”. Si alguno muere en el nombre de Jesús tiene asegurada la “Vida Eterna”, el que es soberbio, orgulloso, y es capaz de poner a hermanos contra hermanos, a practicar la violencia,  a separar las personas por ideas,  no es cristiano y da un muy mal ejemplo. EL seguimiento de  Jesús. Exige una entrega y confianza  absoluta en Èl. Podrán quemar las catedrales, romper las imágenes de yeso que sólo son  símbolos de nuestra creencia y fe, asesinar a miles de inocentes, juzgar a cada cual por sus actos, y esa intolerancia, por más muerte y desastre que traiga, no solucionará la tan necesaria “civilización del amor” que Cristo nos obliga a mantener como fuente de esperanza y de luz. La violencia engendra violencia, y el odio divide, nunca une.  Solo el perdón sincero del corazón libera, lo demás es sólo una innecesaria tormenta del alma.

Un gran abrazo a todos ustedes en el inicio del día y los mejores deseos de que la verdadera Paz del Señor nos acompañe en nuestras tareas y responsabilidades sin dudar jamás que Jesús va a nuestro lado, caminando o llevándonos en medio de las tormentas, y quizás en muchos tramos marcando solo su propia  “huella en la arena”,  porque nos lleva en brazos ayudándonos a vencer los odios, las enfermedades, los males del alma, todo lo que nos parece injusto, todo los golpes que recibimos en nuestras propias vidas, todo aquello que nos hace sentirnos esclavos de los sistemas humanos, pero que en la hora de mirar a Jesús, nos damos cuenta que sólo Èl,  nos puede regalar la paz, la alegría, el sentirnos  contentos, porque cada día  Jesús se hace más imprescindible y necesario en la vida del hombre, por ser la única y verdadera luz que nos puede traer paz y amor verdadero al mundo. Nuestra actitud de hoy debe ser la de orar, orar y orar. “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán consolados.”  

Si queremos justicia y paz social, que es lo mínimo que se puede pedir para vivir con dignidad, comencemos por revisarnos nosotros mismos, y entender que por nuestra actitud, por nuestra comodidad, por nuestra poca fe, somos también muy responsables de la oscuridad que se cierne sobre tantas almas, que  buscaban esa luz y nuestra actitud les apagó sus esperanzas. ”Aún en la tormenta, aún en mi soledad, te amo, te amo en verdad”….

 

Oh Dios....

 

Oh Dios cómo quisiéramos vivir eternamente,

Y soñar con ver grandes a los hijos y los nietos

Y acompañarlos toda su vida, alegremente

Y disfrutar con ellos todo el tiempo.

Cada día que comienza nos trae esperanzas

Y cada noche es ya un día menos de vida

Y con las estrellas se encienden los sueños

Que se escriben en nuestras grandes melancolías.

Señor que no sea hoy la partida, quizás mañana,

Cuando ya no tenga  pinceles ni pintura

Para escribir con ilusión nuestros deseos

Y soñar con cantar esas nuevas partituras

Que se escriben en el día a día de la vida

Y que se consumen en las horas

Que  son intensamente vividas.

Anoche en mi descanso navegaba

Por mares agitados y violentos

Y las olas me arrastraban sin piedad

Enredándome en tantos tormentos

Y buscando roca firme para aferrarme

Y esperar despertar en la esperanza

Que solo fue un mal dormir todo aquello.

Mis síndromes de vértigos mis giros nocturnos

Mi mente inútil,  atribulada y compleja

Mi temor a no despertar de mañana

Y la tonta  angustia que enciende mis tristezas

No porque sea hombre triste, sin alegrías,

No porque tenga una fe con poca certeza

No porque no esté preparado

No porque no crea mi conciencia

Pero cuesta tanto desapegarse de los días

Soleados, hermosos, de vientos, de estepas

Sembradas como en el campo verde

O inhóspitas llanuras desiertas.

Cuesta tanto desapegarnos de la vida

Y de verdad que morir no queremos

Más aún si los campos sembrados no florecen

Y esperamos con ansias las cosechas,

Pero eres el dueño del campo

El que nos brinda la copa llena

Que nos quita la sed de los sueños

O nos ilumina en la oscura ceguera

De no querer entender que el mundo

Continúa sin nuestra presencia.

Dame fe Señor, perdona mi soberbia

Dame paz, que espere el nuevo amanecer de la vida

Y pueda descansar de mis temores

Y encuentre paz en  aguas removidas

De ese mar de inquietudes que no cesan

Y que  arrastran en corrientes desconocidas

Espero siempre y cada día

Que sea solo tu voluntad eterna

Me iré al descanso de esta noche

Ojala pueda despertar

En el amanecer de nuevas primaveras

De esas floridas coloridas y doradas

Que se dan tan plenamente en tus celestiales tierras

Buenas noches Señor, me duermo entre tus brazos

Haz de mi lo mejor que te parezca

Y ese día que tú quieras

Se calmarán dolores, y no habrá lágrimas ni tristezas

Ya no habrá mariposas aleteando en mis flores

Solo miradas, sin sentido, sin conciencia

Porque en verdad se nos queda acá la música

La lucha, el amor y la esperanza

Y allá sólo habrá sonrisas

Y ya no habrá inviernos ni noches largas

Que se haga tu santa voluntad aquí y ahora

Y canten mis labios a tu amor Señor

Que me acompañó en las malas y en las buenas.

 Arrúllame María en tus brazos

Y  calme en mí la tristeza

Que sienta que renazco a una vida nueva

  Y que viva siempre en la santa alegría

de haberte conocido en esta tierra

y que viva el sueño de mi noche

y que me extinga como silenciosa estrella,

y que de lejos permanezca sin brillo,  como dormida….

Nostalgias escondidas……

 

Día  de nostalgias escondidas,

De tristezas que nunca afloran

de recuerdos pampinos en el alma,

de risas, alegrías, o recuerdos que lloran.

De tenida limpia para ir a misa

de zapatos humildes, pero bien lustrados

evitando en el camino el polvo de la brisa,

Para llegar a conversar con el Cristo resucitado.

Día de  vender “LA VOZ” en la puerta de la iglesia

O esperar la tarde para ir a la retreta

a la magia del odeón de nuestra plaza

mirando enamoradas, a tantas parejas,

y buscar en nuestros ojos inocentes de niño,

entre tantas, que “ella” apareciera,

o quedarse sentados en ese  banco de cemento

a sentir los sones marciales de trompetas,

y agitando su batuta, el Maestro Guardia

que dirige los compases de memoria

y la alegría bullanguera de la tarde vespertina,

hasta los gorriones, asustados, se despiertan.

Huelo el polvo, que recorre como niebla

La calle agreste que nace en los Molinos,

y nos impregna de polvo salitrosos

esos sueños que teníamos de niños.

Es domingo, siempre hay nostalgias

La vida se nos va, tenemos los recuerdos

Crecimos en el paraíso de la tierra

Y quizás no tuvimos tiempo para darnos cuenta.

Cada cual  escribió su propia historia

Con la pluma de los rayos del sol incandescente

Con los viejos remolinos que  giraron a la gloria

Llevándose los volantines  hacia el cielo celeste.

Nunca aspiramos a tener riquezas

La vida era simple, como el agua

Y en el sudor del trabajo

de  las curtidas  manos  de nuestros padres,

nos fuimos envolviendo en  esa magia

Que hoy con tantos recuerdos nos alumbra

con los faroles luminosos del alma…

Quizás mañana no nos veamos

Tal vez marchemos, - como tantos-

 a la desconocida morada

hoy podemos regalarnos  sonrisas

Para honrar a nuestra  tierra amada,

Mañana, quizás nuestros huesos se disuelvan

Y sirvan de abono a la flor de la esperanza

y en las noches la cruz del sur nos envuelva

y nos cubran las silenciosas camanchacas

esas que se quedaron para siempre en nuestra vida

y que aún nos acarician con sus suaves manos blancas.

Hay que afinar hoy más que nunca

los instrumentos del alma

Los timbales de nuestros corazones

Las venas de nuestras guitarras

Para seguir  con nuestras canciones

Y en el tren de la “una” agitando las palmas

Nos iremos soñando con nuestros tiempos mejores

Sin dejar nunca de amarnos,

Llevándonos el tesoro de nuestros amores,

Y en esas nubes de los sueños inmortales

encontrarnos para abrazarnos,

alguna otra y definitiva tarde….

 

Madrugada del 03. MAY. 2020…

 

 

Y te despiertas….

Y te despiertas en la mañana mirando al cielo e instintivamente das gracias a Dios por el nuevo día, sin embargo es también un día menos, y entonces se vienen a la memoria los seres amados que ayer o antes de ayer partieron de este mundo, y sientes con el nuevo sol, una nueva cercanía a lo inevitable, pero te llenas de temores, de preocupaciones, porque no sabes cuando será “el día ni la hora” y descuidaste las “lámparas  encendidas”. Es cuestión de fe, de esperanza, de creer que lo vivido es suficiente, pero siempre te quedan tantas cosas en el escritorio de los “pendientes”; Es cosa de creer que cumpliste tu vida y tus tareas, pero queda tanto por hacer que si tú no lo haces nadie completará “tu” obra.

 Dicen que todas tus preocupaciones y problemas que en el día a día te agobian, con tu partida,  quedan olvidados porque se van contigo; ni siquiera son problemas que heredarán  los “otros”, te los llevarás y no podrás dejar esos encargos a otros, y  nadie se desvivirá por “tus” preocupaciones. Por lo tanto no es bueno vivir preocupados de tantos sinsabores o de las múltiples tareas…. El dinero se va como el agua, las injusticias sociales son el pan de la existencia, los que más tienen, más roban y más desean y pareciera que “disfrutan” de las bondades materiales de la vida; el que menos tiene, más se le quita,  y ya sabemos el còmo debemos ganar el pan con el sudor de la frente y caer cansados y sudorosos cada término de jornada, queriendo buscar  en tantas cosas esa resbaladiza felicidad.; la vida resulta injusta y no será nunca mejorada mientras los egoísmos personales y los afanes  e ideales estén en el alma de los que siempre hacen usufructo de los bienes comunes. Ya nada es realidad, todo es difuso e ilusión, y los que pueden hacer un mejor mundo no lo hacen, los que pueden plantar àrboles, prefieren talar los existentes; ya no somos dueños ni del aire y la libertad del hombre  està siendo controlada y oprimida por los de “allá” o los de “acà”, da lo mismo,  pero nadie piensa en verdad que los “otros” sean felices. El mandamiento del amor, se limita a tus círculos más cercanos. Te unes con aquellos que te pueden ser útiles para tus fines o ideas,  el amar al prójimo, pareciera ser lo mismo, a conveniencia y ni hablar del no robar y el no matar, eso ya es mandamiento casi  olvidado  y los que deben vivir el Evangelio  sólo lo recitan, pero no lo practican y no les alimenta el alma.

 Estamos en una caída libre desde el espacio, sin seda de paracaídas, solos en medio de la nada, bajamos a velocidades  vertiginosas a la gravedad certera, y pronto nos golpearemos en los duros océanos y desiertos, pues todo lo que nos rodea se pudre en la  más burda indiferencia al dolor, a la injusticia. Hoy comienza un nuevo día, y así la vida  se deshoja con cada amanecer.

Busquemos agradecer al Dios de la vida  por la propia vida. Tratemos de sonreír, de cantar, de alabar y de mostrarnos agradecidos por lo poco o nada que tenemos, o por esa abundancia que podría ser compartida, y  eso nos dará fuerza espiritual y nos sentiremos valientes e incólumes en el duro batallar del nuevo día. Quizás hoy sea el último aliento,  la última tarde, la última noche, y es bueno vivir el día como si fuera el último,  para vivir definitivamente sin preocupaciones, y solamente pensar que  más temprano que tarde, nos tocará emprender el vuelo, y dejaremos todo aquello que nos pareció tan importante, eso que nos puso en los escalones más altos de las gradas del poder y el tener.

Para vivir feliz, da gracias a Dios por lo que tienes y necesitas hoy: Un vaso de agua para beber, un plato de comida para alimentarte y un lecho abrigado para dormir. Sin duda que el trabajo  te brindará esas riquezas, y debe ser también una herramienta de cuidado, pero sobretodo  aquello que te da la fuerza del verdadero  motor del mundo: El Amor.

MICRO CUENTO

 

domingo, 2 de agosto de 2020

Carta a la Sra. Gabriela Mardones de Grunert (Q.E.P.D.)


Señora Pelusita:

¡Que bueno que hallamos recordado en estas redes nuestros mejores años de la vida junto a su esposo y hermosa familia!

¡Què hermoso haber compartido todas sus emociones familiares, con esos pequeños que son sus hijos y que conocimos tan niños y que hoy les llenan de orgullo como familia, y ese orgullo siempre reflejado en sus publicaciones, comentarios y tantas alegrías hermosas, y en especial  el mejor regalo que pudieron hacer por ustedes: sus nietos.

Gracias al Señor de la Eternidad, porque usted y su esposo son, fueron y serán siempre unas personas que pasaron “haciendo el bien”, generosas, bondadosas y que renunciaron muchas veces a tantas situaciones propias por el bien de los demás.

 Gracias por que en cada foto del ayer que compartimos, siempre había una opinión suya favorable a los recuerdos, y quizás eso nos sirviera a todos nosotros como aliciente de vida en las propias dificultades que a veces uno prefiere callar para no preocupar.

No supe que estaba enfermita, no me enteré oportunamente, por eso que hoy, recibiendo esa infausta noticia, se me nubla la vista de solo pensar que no la veremos más físicamente, pero con la certeza espiritual que estará en nuestros recuerdos siempre, porque supimos de su amor, de su simpatía, de sus mejores años, de su belleza, sin duda incomparable, pero sobretodo de esa belleza del alma, que habla de tantas cosas heredadas de sus padres, como son los valores y los inolvidables recuerdos.

No sé cómo expresarle nuestros sentimientos. De verdad estamos impactados, pero su dulce sonrisa, que vislumbramos entre las nubes de la inquietud y el dolor,  nos dan paz y tranquilidad, porque sabemos que está en un mejor lugar, y solo quiero decirle que la recordaremos siempre, con ese cariño propio de personas que fueron compañeros de la ruta de la vida y que tuvo usted una hermosa familia junto a su siempre distinguido esposo y amigo, el tan recordado  “Gringo” Grunert , (según èl: “de sangre “irlandesa”, por su carácter), y que nos enseñara nuestras primeras cuecas y tonadas  en el querido  conjunto “Flor de Chile”, que fundaran juntos en nuestro querido “Esmeralda”, y nos  llenara el espíritu de amor a lo nuestro, con esa estampa de huaso elegante (y “huasa” distinguida), pero con alma de campesinos bonachones,  humildes, buenas personas y  amante de nuestras tradiciones. No  olvidaremos nunca su optimismo, energía, alegrías y sencillez, que serán finalmente los más hermosos recuerdos que evocaremos  de una mujer noble, valiente y llena de virtudes y que tuvimos el gusto y honor de conocer.

Descanse en paz Pelusita.

Ya a no habrá dolor para usted, sólo esperanzas y alegrías y una nueva vida, esa prometida por Jesús en su Evangelio, y allí alguna vez nos reuniremos a cantar junto a su esposo  una cueca o tonadas, para recodar la vida tan hermosa que nos tocó vivir y que seguirá con su dolorosa ausencia,  pero que mitigaremos al agitar nuestros pañuelos y cantos al cielo, donde  usted vibrarà como nosotros con ese inmenso amor a lo nuestro.

 Un abrazo en la distancia.

(El cielo hoy, es un mejor lugar, con su alegre presencia.)

 



Perdonar es liberarse:

Perdonar es liberarse:

 

Cuando una persona muere, se acaba su paso por esta vida. No hay más emociones, alegrías, tristezas, dolores ni preocupaciones. Se va con todo lo que le inquietaba y con una maleta llena de sus propios problemas, los que nadie buscará darle soluciones. Solo el que se va, los “conocía”.

Todo aquello que nos impedía ser felices,  detenía nuestra marcha a una feliz existencia  o nublaba la mente, se va con nosotros. Ya nada nos detiene.  Se apagó la luz y  no habrá para nuestros ojos terrenales, un nuevo amanecer.

Partir es eso: marchar  y no volver.

Te vas sin equipaje, sin riquezas. No puedes llevarte ni tus odios, pesares o  rencores, y ya nada pesa en tus  espaldas, ni en tu conciencia, porque todo lo que te remordía o te preocupaba,  se fue con el último suspiro  estertoroso de tu vida en agonía.

Se termina tu ciclo.

Mañana nacerán otros, que escribirán mejor que ti  tus aburridos cuentos, soñarán con mayor pasión  el deseo de tus oprimidas  libertades y manejarán mejor los pinceles de tus pinturas opacas de las tardes de tu vida.

Ya no serás el necesariamente “indispensable”.

La única forma de liberarse de todo eso que arrastras y te hace rabioso, enojado con el mundo,  con la vida que te ha tocado, con todas esas quejas que te alteran la paz de tu existencia, y preparar tu alma para ir libre en el viaje último y final  es emplear la mejor herramienta  que puedes esgrimir con certera eficacia: El perdón. De ti mismo y el de los otros que nublaron tu conciencia.

Cuando te marches de la vida: Si hiciste el bien, anda en paz; si no lo hiciste, perdónate para ser libre.

Y finalmente si le toca a tu enemigo partir antes, asiste con respeto y silencio a su sepelio, ora con sinceridad por su propia conversión y que haya tenido tiempo para su propio perdón; no guardes rencor que solamente a ti te daña,  ante la muerte debemos ser caballerosos y nunca perder la cordura y el respeto. Nadie puede reírse de la muerte del otro,  en las miles y distintas circunstancias. Siempre habrá un recuerdo para el otro.  Nunca te olvides de este práctico consejo:

 

“Ante la tumba  de tu peor enemigo,

siempre deja una flor que marque tu presencia.

Al final es tu grandeza lo que importa,

no la pequeñez de aquel que pudiendo hacer el bien,

te hizo daño. Tu perdón es también  su peor dolor.”

 

 

Que tengas buen domingo.  ”Sir Charly”.





UN CUENTO DEL TIO

6 de enero 2022 Estimados amigos y vecinos de Antofagasta: Hoy, bajando por la Avenida Arturo Pérez Canto, al llegar al semáforo   con A...