La vida, que trascurre con tanta prisa, nos sorprende en un crecimiento permanente, en un levantarnos cada día buscando las alturas del sol. Estamos como el árbol, sometido a los embates de la naturaleza y queremos sobrevivir cada día afianzando nuestras raices a la tierra generosa, pero alzando nuestras ramas al firmamento para buscar a Dios, y alcanzar en nuestra humana y errátil búsqueda, la perfección, con la cual sentimos que estamos cumpliendo una verdad: la de vivir, la de existir,la de ser parte de este mundo, como integrantes del bosque humano que se nutre de los vapores y las aguas de la vida, pero que como toda la naturaleza, alcanza un tiempo otorgado por el creador, y las ramas que acogieron con tanta vitalidad los nidos, hoy, en el otoño natural de la vida, comienzan a caer desoladas, amarillas, olvidadas, dejando al descubierto la desnudez de un cuerpo enmarañado, de un cuerpo cansado, otrora frondoso y que, de tanto crecer y vivir, fue quedando solitario en el camino. implorando el agua que seca sus raices, enhiesto mirando al cielo a ver si viene un gorrión a protegerse del frío en unas ramas que se secan poco a poco. Vamos asi en la vida, entregando y en el vedor de la juventud otorgando el refugio a los que amamos, pero, al final de cuentas, quedamos solitarios frente a Dios, frente al firmamento eterno, que nos llama desde la noche estrellada o desde el cenit solar, a entender la vida, a entender el amor, a entender la amistad, y en definitiva, es la soledad la única compañera eterna que se anida en nuestra savia, y que nos mantiene esperanzados en continuar la vida hasta que llegue el leñador de lo eterno y arroje nuestras inutiles semblanzas a la hoguera del olvido.
Pretendo escribir anécdotas de mi vida. No se si podrá leerlas alguien Espero alcanzar a mis amigos, para que conozcan de la lucha permanente y eterna del corazón, del combate diario para mantener los equilibrios y no caer en los excesos del mundo de hoy. No se que será de esta aventura. Si usted pudiera leerlas, me bastaria que le quedara un mensaje de cariño, una esperanza de que siendo la vida de dificultades plenas, siempre esta la esperanza, como respuesta verdadera a la existencia, que transcurre como un soplo y que llega cualquier tarde a transformar el verdor de nuestras ramas, en la hojarasca de nuestras vidas.
Pretendo escribir anécdotas de mi vida. No se si podrá leerlas alguien Espero alcanzar a mis amigos, para que conozcan de la lucha permanente y eterna del corazón, del combate diario para mantener los equilibrios y no caer en los excesos del mundo de hoy. No se que será de esta aventura. Si usted pudiera leerlas, me bastaria que le quedara un mensaje de cariño, una esperanza de que siendo la vida de dificultades plenas, siempre esta la esperanza, como respuesta verdadera a la existencia, que transcurre como un soplo y que llega cualquier tarde a transformar el verdor de nuestras ramas, en la hojarasca de nuestras vidas.
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